miércoles, junio 30, 2010

NO TE SALVES

Un recordatorio para mi misma, en un momento muy necesario...

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca, no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si,pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas, entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti.

Evangéline

viernes, junio 25, 2010

EL QUE QUIERE AZUL CELESTE

Desde muy pequeña mi madre me enseñó que todo lo que se obtiene en la vida es el resultado de nuestros esfuerzos. La lección fue simple y me acompañó desde entonces. Aprendí que el trabajo arduo generaba frutos que uno iba recogiendo después, y que dichos frutos tenían un sabor extremadamente dulce al haber sido ganados.
Sin embargo, el tiempo ha pasado y la vida ha dado vueltas insospechadas, y entre todos esos misteriosos caminos he visto cómo hay quienes obtienen sin esfuerzo alguno y cómo hay otros que se quedan sin nada a pesar de todo su trabajo. Y en este momento soy una de esas que se queda mirando cómo el esfuerzo de muchos meses, o quizá de años, termina remunerando casi nada.
Al volverme adulta me pregunto por qué mi azul cuesta tanto si no lo quiero tan celeste, y por qué otros tienen tanto celeste a precios tan baratos.
Y digo, yo sé que el césped del vecino siempre luce más verde, pero aquí lo que sucede es que el mío resulta tan seco que es casi inexistente.
¿Es realmente verdad aquella frase? ¿Es verdad que mis esfuerzos serán recompensados? ¿Que pasa si mis esfuerzos no son los correctos? ¿O será que sin darme cuenta me esfuerzo por lo que no quiero? Tal vez sólo debiera dejar de esforzarme por entenderlo.

lunes, junio 21, 2010

SOLEDAD

A veces, en la soledad de mis noches, pienso en todas las soledades ajenas que espero que por un ratito, por un instante al día, estén pensando en la mía. Los extraño a todos, aunque a algunos más...

miércoles, junio 16, 2010

Oh, Melancolía...

Acorde a lo que se siente en esta tierra fría, lejana y hermosa...


lunes, junio 14, 2010

PEQUEÑOS PLACERES

Soy una persona que disfruta de las cosas pequeñas de la vida: el postre, los cinco minutos más después de sonar el despertador, una copa de vino tinto, el olor de las sábanas lavadas... y el baño.
Para mí el acto de bañarse constituye todo un ritual personal que me proporciona un momento de intimidad conmigo misma muy, muy placentero. El contacto con el agua caliente, los aromas que se intensifican con el vapor, la forma en que todo penetra en la piel húmeda.
Para aquellos preocupados por el medio ambiente diré que no me tomo en la regadera más de unos 5 minutos, pero el ritual de secarme, perfumarme, ponerme crema, desenredar mi cabello, vestirme... eso es un ritual que me encanta prolongar. Y a pesar de no tardar en la regadera me encanta prender velas, poner música relajante y sentarme un momento para sentir el agua cayendo.
Bueno, ahora ese ritual personal de placer ha desaparecido. Digo, sigo disfrutando el baño diario, pero el ritual no puede realizarse, al menos de la misma manera.
Para empezar, mi regadera ahora mide como medio metro cuadrado, por lo que aquello de inclinarse no es muy sencillo, y ni hablar de sentarse, porque no hay manera. Cuando una consigue enjabonarse sin que los brazos choquen contra las paredes ni los envases de champú y demás aditamentos salgan volando, es ya todo un logro. Además de todo está aquello de la hora. Nadie se baña en el mismo baño que yo, pero he aquí algunos dilemas: no puedo bañarme al mismo tiempo que alguien en el baño de arriba, porque les robo la presión del agua; no puedo bañarme por la mañana porque es cuando se bañan los dueños de casa; no puedo bañarme entre las 7 y las 8:30 porque a esa hora se bañan los niños de la casa; no puedo bañarme entre las 7:15 de la mañana y las 4:15 de la tarde porque estoy trabajando.
Dadas las anteriores restricciones me quedan unos cuantos minutos al día para correr a bañarmey luego correr a la pantalla de la lap top para hablar con mis amigos o mi familia a la hora convenida, quitándole todo el placer a mi maravilloso ritual.
No me queda más que esperar la ausencia de la familia para proveerme de algunos minutos extras, o en su defecto encontrar nuevos placeres. ¿Alguna sugerencia?

domingo, junio 13, 2010

CIUDADANOS DEL MUNDO

El tren aéreo se detiene en la estación. Abordamos. Me gusta elegir un lugar junto a la ventana, que me permita ver el recorrido, que siempre abarca un poco más de la mitad de la ruta completa. Tengo en la cabeza el sonsonete de una canción en español, y sin darme cuenta tarareo un poco, bajito. Finalmente saco un libro y me acomodo para leer.
Pasan algunos minutos y de repente un ruido familiar me hace levantar la cabeza de las páginas de las "Tres tazas de té": alguien habla en español. Dos hombres latinos conversan de regreso a casa. Vuelvo a mi lectura y me llama la atención un sonido áspero: la pareja de ancianos del asiento de adelante habla en alemán. Sonrío. De regreso a mi libro. De repente el tren se detiene y una voz en inglés avisa por el altavoz que habrá un retraso.
Me quedo pensando en la normalidad con la que aquí se ve esta mezcla de idiomas, culturas y personas. Cada vez que subo al tren o camino por las calles encuentro gente asiática, árabe, latina, europea... Todos nos miramos al pasar, a veces sonreimos, como sabiéndonos partícipes de una misma situación migratoria, como si fuera un lazo que nos une aún en nuestra mutua ignorancia del otro. Y almismo tiempo, al mirarnos, no nos vemos nunca.
¿Qué implica realmente ser ciudadano del mundo? ¿Nos miramos de lejos sin reconocernos? ¿Nos saludamos cortésmente sin involucrarnos? ¿Dónde está lo humano dentro de lo global? ¿O es que pido demasiado? ¿Es un sueño creer que esa ciudadanía global tendría que implicar un cuidado más genuino por el otro?

sábado, junio 12, 2010

Día soleado

Me emociona la llegada del verano. Me gusta asomarme a la ventana y ver un día soleado afuera, excepcional en este clima en el que vivo. Me gusta ver que por hoy no viviré bajo la lluvia, me hace soneir un poco.
El otro día leí sobre los efectos de la luz solar en el estado de ánimo. ¿Será que me vuelvo gris y lluviosa sólo por culpa del clima?

viernes, junio 11, 2010

RETOMANDO

Hace unos dos años de lo último que escribí, en mi intento por llevar un blog. Retomo ahora, tal vez por lo sola, tal vez por lo ociosa, tal vez por lo lejos, o tal vez por todo. Espero encontrarme a mí misma con mis porpias respuestas.